'Caritas In Veritate', una encíclica social

. lunes, 7 de septiembre de 2009

Por Roque Morán Latorre.

ENCÍCLICAS

Son cartas solemnes sobre asuntos de la Iglesia, o de la doctrina católica, escritas por el Papa a los obispos y a fieles de la fe católica de todo el mundo. Se originan en las epístolas del Nuevo Testamento y se consideran los documentos más importantes que escribe el Pontífice. Suelen estar redactadas en latín, lengua oficial de la Santa Sede, y son traducidas a los principales idiomas del mundo; su título corresponde a las primeras palabras de cada documento. La primera encíclica de la historia de la Iglesia fue escrita en 1766 por el Papa Benedicto XIV.

ENCÍCLICAS SOCIALES
Desde el siglo XIX, hay varias relativas a la temática social: la "Rerum Novarum", por el Papa León XIII, publicada en 1891, "Quadragesimo Anno" (1931) de Pio XI, "Mater et Magistra" (1961) de Juan XXIII, "Populorum Progressio" del Papa Pablo VI, promulgada el 26 de marzo de 1967, “Sollicitudi Rei Socialis”, de Juan Pablo II, dada en Roma el 30 de diciembre de 1987 y, por último, “Caritas In Veritate”, publicada en Roma, el 29 de junio del año 2009. Los contenidos tratados con gran profundidad, tienen cimientos fundidos en las enseñanzas de Jesucristo: justicia, libertad, verdad, amor, bien común, dignidad humana, solidaridad, subsidiaridad; lo que, quizás, marca la diferencia es que, cada una de ellas, está escrita en el contexto de su propio tiempo, en sus propias circunstancias sociales, políticas, jurídicas y económicas; sin embargo, todos estos escritos se aplican misteriosamente a cualquier tiempo. Constituyen una fuente, una auténtica brújula, que marca el rumbo de hacia dónde debería enfilar la humanidad y cómo enfrentar los vientos huracanados de los tiempos.

CARATERÍSTICAS DE LA CARITAS IN VERITATE
Su estructura tiene una Introducción y seis capítulos. Enfrenta y trata indiscutibles realidades de nuestra época, tan vapuleada por el apocamiento de los valores trascendentes, por la mal aplicada globalización, por la afectación inmisericorde del medio ambiente, por la distribución inequitativa de la riqueza, por la explotación de los recursos naturales, por el desprecio a la vida de las personas, por tantos otros factores que nos han conducido a la crisis económica y a la degradación del planeta en muchos aspectos. Constituye una auténtica lección de Responsabilidad Social, sin embargo de su profundidad cristiana, quienes no practican esta religión, e inclusive, para quienes son agnósticos, podrán encontrar en ella una fuente inagotable de inspiración y de férreo fundamento para la RS, pues trata sobre el desarrollo humano integral en la caridad y en la verdad.

EXTRACTOS DE CADA PARTE
Pretender elaborar un buen resumen comunicaría poco; por eso sólo expondré citas textuales de cada uno de sus componentes.

INTRODUCCIÓN
“Sin verdad, la caridad cae en mero sentimentalismo. (…) El desarrollo humano integral supone la libertad responsable de la persona y los pueblos: ninguna estructura puede garantizar dicho desarrollo desde fuera y por encima de la responsabilidad humana”.

CAPÍTULO PRIMERO
“La ganancia es útil si, como medio, se orienta a un fin que le dé un sentido, tanto en el modo de adquirirla como de utilizarla. El objetivo exclusivo del beneficio, cuando es obtenido mal y sin el bien común como fin último, corre el riesgo de destruir riqueza y crear pobreza.”.

CAPÍTULO SEGUNDO: EL DESARROLLO HUMANO EN NUESTRO TIEMPO
“Sin embargo, se ha de reconocer que el desarrollo económico mismo ha estado, y lo está aún, aquejado por desviaciones y problemas dramáticos, que la crisis actual ha puesto todavía más de manifiesto. Ésta nos pone improrrogablemente ante decisiones que afectan cada vez más al destino mismo del hombre, el cual, por lo demás, no puede prescindir de su naturaleza”.

CAPÍTULO TERCERO: FRATERNIDAD, DESARROLLO ECONÓMICO Y SOCIEDAD CIVIL
“Si hay confianza recíproca y generalizada, el mercado es la institución económica que permite el encuentro entre las personas, como agentes económicos que utilizan el contrato como norma de sus relaciones y que intercambian bienes y servicios de consumo para satisfacer sus necesidades y deseos. El mercado está sujeto a los principios de la llamada justicia conmutativa, que regula precisamente la relación entre dar y recibir entre iguales”.

CAPÍTULO CUARTO: DESARROLLO DE LOS PUEBLOS, DERECHOS Y DEBERES, AMBIENTE
“En la actualidad, muchos pretenden pensar que no deben nada a nadie, si no es a sí mismos. Piensan que sólo son titulares de derechos y con frecuencia les cuesta madurar en su responsabilidad respecto al desarrollo integral propio y ajeno. Por ello, es importante urgir una nueva reflexión sobre los deberes que los derechos presuponen, y sin los cuales éstos se convierten en algo arbitrario. El tema del desarrollo está también muy unido hoy a los deberes que nacen de la relación del hombre con el ambiente natural. Éste es un don de Dios para todos, y su uso representa para nosotros una responsabilidad para con los pobres, las generaciones futuras y toda la humanidad”.

CAPÍTULO QUINTO: LA COLABORACIÓN DE LA FAMILIA HUMANA
“Hoy la humanidad aparece mucho más interactiva que antes: esa mayor vecindad debe transformarse en verdadera comunión. El desarrollo de los pueblos depende sobre todo de que se reconozcan como parte de una sola familia, que colabora con verdadera comunión y está integrada por seres que no viven simplemente uno junto al otro”.

CAPÍTULO SEXTO: EL DESARROLLO DE LOS PUEBLOS Y LA TÉCNICA
“La técnica permite dominar la materia, reducir los riesgos, ahorrar esfuerzos, mejorar las condiciones de vida. Responde a la misma vocación del trabajo humano: en la técnica, vista como una obra del propio talento, el hombre se reconoce a sí mismo y realiza su propia humanidad”.